viernes, 10 de junio de 2011

Cuando un país vive para no morir.

Por Carlos de Luna Sáenz

Resulta que hoy empieza el fin del principio, la Caravana del Consuelo está en Ciudad Juárez y empieza a verse que la sociedad civil (sea lo que esto sea) empieza a generar cada ez más organizaciones, pero más importante, estas organizaciones se empiezan a homologar en su lucha bajo los temas que más duelen.
Entre las tristes razones para que este despertar se dé no pueden quedar ajenas 3 grandes ejes: La indignación por los hechos del 5 de Junio de 2009 en Hermosillo Sonora, donde la Guardería ABC da una gran cachetada a toda la sociedad en su conjunto; Las muertes de Juárez, empezando por "las muertas" y continuando con un bestial baño de sangre que pasa por salvarcar y muchos sitios más y el renacimiento de los recuerdos desde 1968, 1971 (halconazo), 1985, 1988 e incluso el agrio 2006.
Este conjunto de cosas ha generado una nueva forma de manifestarse, muy al margen de los partidos políticos que se han ido corrompiendo poco a poco hasta parecer todos de la misma plasta, del mismo linaje y sin "faros" que realmente alumbren el camino que México debe seguir... pero a falta de faros, las millones de velas de quienes buscamos un cambio verdadero que elimine la impunidad y la corrución debe marcar el camino.
En la construcción de este país que empieza a vivir a raiz de más de 40 mil muertos víctimas del crimen y de la ineficacia de todos lo gobiernos, de todos los colores, quedan nombres y hechos de quienes no debieron morir, comenzando por 49 niños, sigueindo por una gran lista de activistas de Derechos Humanos a lo largo del país, de periodistas asesinados por querer decir su verdad, de personas cuya equivocación fue estar en el lugar incorrecto al momento incorrecto y que quedaron con sus vidas destrozadas, como los padres de Martín y Brian en Tamaulipas, es así como una vez más México se empieza a convertir en el país que resurge de la muerte de sus hijos, como lo hizo en la conquista, en la independencia, la revolución o en 1968.
Es triste que así suceda, pero lo que estamos viendo es, sin duda alguna, una nación que ya no quiere estar bajo el mandato de camarillas, sean azules rojas, amarillas o del color que quieran verlo, es el nacimiento de una sociedad que está encontrando espacios para hacerse oir y que seguramente irá con paso perseverante ganando los espacios que le corresponden para mandr y exigir al gobierno que sea responsable y que cumpla con las funciones para que fue electo.
"La paz es poesía"
"Un padre nunca debería ver morir a su hijo"
"Al que pierde a sus padres se le llama huérfano, si se piede a la pareja viudo, pero el perder a un hijo es un dolor tan grande que no hay palabra que lo defina"
"Ni una más"
"No que no, si que si, ya volvimos a salir"