martes, 27 de noviembre de 2012

El sexenio que nos viene

A nuestro amigo Jesús Robles Maloof le lastimaron el codo simplemente por preguntar el fundamento legal sobre el cual se instalaron las vallas metálicas en los alrededores del Palacio Legislativo con una semana de antelación; este suceso no es fortuito ya que a pesar de la decencia con la que el preguntó el sabía que del otro lado se enfrentaba con orangutanes que podrían reaccionar así. Pero tampoco es fortuito por que es un simple reconocimiento (en hechos) del futuro que nos viene en los próximos seis años.
Durante los últimos 24 años los gobiernos mexicanos han establecido un "diazordarismo velado" que ha sido relativamente oculto por la opacidad y que poco a poco los medios ciudadanos empiezan a develar. Las muertes en "operaciones hormiga" de los perredistas fundadores por parte del gobierno de Carlos Salinas y su legitimización via el agradecimiento de empresarios y comerciantes con acciones como la elaboración del tratado de libre comercio fueron sólo la puerta de entrada a este sistema de represión constante a cualquier forma de pensamiento distinto, esto terminó por darse a notar con el estallamiento del (ahora tristemente recordado) movimiento zapatista y la muerte de Luis Donaldo Colosio.
Zedillo no aflojó el paso, las matanzas fueron parte de su gobierno y la más famosa de ellas (Acteal) ahora le cobra una batalla legal en Estados Unidos que combaten con la más pírrica e indignante  salida para cualquier persona: la inmunidad diplomática.
Fox en su afán de demostrar que era el mandamás del país se llevó "entre las patas" a la población de San Salvador Atenco que NO QUISO VENDER a un precio ridículo sus tierras para el caprichito (ya que ninguna de las apocalípticas visiones al respecto han ocurrido) de formar un nuevo aeropuerto (entre las más notables).
De Calderón y sus 50, 60, 70 o hasta 100 mil muertos (de acuerdo a la fuente que a usted amigo lector más le agrade) mejor ni hablamos.
Pero no sólo se ha permeado el diazordarismo en los gobiernos federales, los "virreyes" estatales también han contriubuido en mucho, Sabines en Chiapas quien le armó todo un teatrito a su antecesor que no pudo sostener ante los tribunales; Enrique Peña Nieto defensor de los intereses públicos y solapador de violaciones a mujeres y de muertes completamente innecesarias al principio de su administración en San Salvador Atenco (pa' variar); Ulises Ruiz en Oaxaca que no fue capaz de reconocer que había solución al conflicto y que prefirió armar una matanza para el desalojo del Centro de Oaxaca; Fidel Herrera y sus vínculos a los Zetas; el caso de Guerrero con los normalistas
Peor aún, los gobiernos "izquierdistas" de la capital han tenido sus pequeñas dosis como el "News Divine" o el caso de los policías linchados en Tlalpan (que le explotarán en su momento a Ebrard) o bien la serie de negociacios a partir del erario público como lo es el asunto de la publicidad en los módulos de las Ecobicis e incluso la más reciente frase de Marcelo diciendo que no se soportaría que hubiera indigentes en La Alameda sopena de ir al juzgado cívico (en vez de remitirlos a algún albergue o institución de ayuda para salir de la indigencia), el conflicto de la UACM y otras linduras más como el desalojo violento de los que no estaban de acuerdo en la construcción del negocio de la SuperVia  o el gran pendiente de Gabino Cué en Copala.
El próximo sexenio tendremos a Miguel Ángel Mancera el más derechista dentro de la izquierda pero que puede hacer cambiar la historia, sin embargo su reputación apunta exactamente a lo contrario.
De no haber una mejora real en las condiciones de vida de los mexicanos tenemos, pues, el mejor caldo de cultivo para un gobierno represor a los niveles de Diaz Ordaz o incluso mayores basándose en contubernios con el Crimen Organizado y sin un contrapeso fuerte de nadie (ahora que las izquierdas parecen haber entrado al jueguito de la "civilidad" y una posible firma de un "tratado de la Monclova a la mexicana"); prueba de ello son la reforma laboral recien impuesta y cuyo único ganador es la clase empresarial.
Así y para concluir en un ambiente así de represivo podemos decirle a nuestro amigo Jesús que, lamentablemente, le salió barato su atrevimiento de preguntar sobre la legalidad de un hecho que se realiza "por que ellos quieren que se realice". Lamentablemente sin hechos como ese y sin su difusión no habrá constancia de lo que está sucediendo y no se podrá combatir. Jesús demostró ser un hombre valiente que supo separar la valentía de la estupidez y se pudo retirar "considerablemente" sano.
Desde aquí un abrazo Jesús y si podemos ayudar en algo a cambiar este tipo de situaciones cuenta con este colaborador.