Requiem por la izquierda mexicana

En 1988 la izquierda mexicana demostró que podía ser la que interpretara el sentir del pueblo, la que permitiera que las ideas de alto a la corrupción y del asalto a las riquezas del país fueran escuchadas, la izquierda que propinía una nueva forma de interacción entre la sociedad y quienes la gobiernan se diera. En el 2006 esa esperanza renace y se hace presente, se fortaece, sin embargo con los viejos agravios del PRIismo corporativo, enciende las pasiones de quienes realmente pretenden llevar la voz del pueblo al gobierno y queda, lamentablemente, a un paso de dar el golpe de entrada a las puertas de Palacio.
Esa izquierda hoy ha muerto, Jesús Ortega le dió el tiro de muerte bajo el lema de unión entre las distintas corrientes del PRD, decidió junto con los demás que era mejor permitir la corrupción, el caudillismo y la falta de respeto a las reglas internas del partido a fortalecer las prácticas de hacer cumplir las reglas del partido, evitar corporativismos y perseguir la corrupción. El llamado a refundar el PRD no es más que eso, que el llamado a todas las "tribus" a repartirse un pastel que ellos mismos han ido pudriendo, un pastel que se ha infestado de Bejaranos, de personajes como "Juanito" y que son capaces de aceptar los mandatos celestiales de AMLO sin importar si estos son o no autoritarios o si tienen que ver con una lucha de intereses aún en contra del propio partido.
Como comentamos en un post anterior, lo único que se tiene por cierto es que el PRD está reencarnando lo peor del PRIato, las elecciones amañadas internas, la lucha de intereses encima de los intereses del pueblo, la corrupción solapada entre sus dirigentes y el poco respeto a ellos mismos y a las reglas impuestas para sus competencias. Creo que hay muchas personas valiosas en el movimiento de AMLO, y muchas más aún que quedan dentro del PRD, pero eso de poco vale si estas solapan decisiones de sus líderes como las que han estado toomando.
Otra opción de izquierda no queda, el PT fue fundado por CSG en 1989 para que pudiera ocurrir las esiciones en la izquierda, tal como la de Iztapalapa y tal como la del FAPito; Convergencia es un berrinche que se ha sumado a los berrinches Obradoristas con tal de no perder el registro. Entre los 3 partidos tienen un 18% de los votos, muy lejos de lo obtenido en la elección presidencial y muy lejos también de la calidad de votos (no cantidad) que en aquella ocasión obtuvieron.
La pregunta de ahora es, ¿quien va a poder tomar las ideas de la izquierda en un movimiento coherente entre lo que se dice y lo que se hace? ¿Quien está dispuesto a formar un partido que luche contra la corrupción, los abusos de poder y que su vida sea realmente democrática y transparente? ¿Los qntiguos integrantes del PSD que prefirieron perder su registro a establecer un buen marco de acuerdo para evitar (antes de que ocurriera) su cochinero de elección interna?
La pregunta queda en el aire... y mi esperanza de que exista ese quien también.