Jiribilla de Jaime Rey

Como ustedes saben mi deporte favorito es el beisbol, en ese tenor tengo un colaborador que estive una columna llamada "Alta y Adentro", pero también otra llamada "Jiribilla"... esta que me mandó creo que tiene mucho para ponernos a pensar...

JIRIBILLA

Por Jaime E. Rey

SEAMOS GENEROSOS POR CONVICCIÓN PROPIA

Desgarradora la demolición de Haiti por el más dañino terremoto en la historia de este hemisferio.

Podemos alabar la “generosa respuesta” de los países del mundo pero la ayuda es más mercenaria que generosa y sus efectos finales serán tan desgarradores como el desastre natural por que los causados por los humanos son más tremendos.

La carrera de las naciones ha sido por los titulares de 72 puntos y ocho columnas y del espacio más amplio en los noticieros de televisión. Se ha corrido desaforadamente por llegar primero y robar la publicidad a los más lentos.

Claro que bien aplicada la inmensa ayuda económica, de víveres, de agua y de medicinas es alarmantemente necesaria pero no está siendo bien aplicada por que en la mayoría de los casos no es humanitaria es hipócrita.

Se dejan caer los víveres y se lavan las manos del problema. No hay quien organice, no hay plan de rescate no hay autoridad oficial. Sólo hay caos y dolor.

No me vayan a decir que la generosidad de Felipe Calderón, hacia quien él llama nuestros hermanos, es sincera. ¿Acaso los haitianos son más sus hermanos que los Tarahumaras y demás etnias cuya extrema pobreza ignora?

¿Acaso los juarenses, quienes parece que prefiere que los maten a todos, no son sus hermanos? ¿Y Tabasco ya no es estado de México?

Debemos de estar de acuerdo con la ayuda que nuestro país está aportando y debemos de ser generosos pero por convicción personal no política. También debemos insistir que la caridad debe empezar en casa.

Esta no es la primera tragedia natural de ese país ni es la primera vez que se derraman miles de millones en ayuda. ¿Pero sucederá lo de siempre cuando la tragedia deje de ser noticia y se alejen los medios?

Haiti siempre ha sido una tragedia a quien solo ha importado cuando la naturaleza le sacude y sacude al mundo.

Se calcula que el sismo ha matado a más de 50 mil. Esto es doloroso, desgarrador pero hambruna y el sida han matado a más haitianos sin que a nadie haya importado.

Se saturó el aeropuerto de aviones. Llegaron barcos cargados de víveres los descargaron y ahora no se pueden hacer llegar a quienes de verdad lo necesitan, el desorden es total, el pillaje también, el dolor se agudiza.

Los obstáculos por falta de infraestructura se deben a que Haiti ha sido ignorado cuando no es noticia. Por la destrucción no hay gobierno pero jamás lo ha habido. La tragedia del país es su corrupción, que está entre las 10 más severas del mundo.

Haiti siempre será tragedia pero ese no es problema creado por usted o por mí. No necesitamos lavar nuestra conciencia, como los gobiernos del mundo. Seamos generosos, hacer el bien sin saber a quien y sin que nos importe el fin de nuestra aportación. Dios premia al dador y satisface más dar que recibir.