martes, 19 de enero de 2010

Que izquierdas aquellas

La izquierda latino americana ha ido perdiendo terreno en todos los sentidos y ha sido siendo por dos situaciones principales: la falta de unidad (provocada por las razones que gusten) y la pérdida de contacto con las necesidades del pueblo.
En Chile Michelle Bachelet deja un gobierno con una aceptación impresionante, con un contacto con los problemas populares bien identificado y con un gobierno ejemplo para muchos, perro la coalición que la nominó cae en una ruptura por ambiciones personales que termina con la primer victoria de la derecha desde los años 50's.
En Argentina Cristina Fernández parece haber perdido el contacto con el pueblo, en Nicaragüa Daniel Ortega perdió el contacto con el pueblo y con su historia -traicionando una lucha donde murió su propio hermano- y en México la izquierda se desintegró Y olvidó los reclamos populares.
Ya hemos hablado hasta el artazgo de la soberbia de AMLO, pero lo más triste son actitudes de "pelipotenciarios" por parte de todos los dirigentes de partidos de la izquierda, y ni que hablar del "Gobierno legítimo" cuando se le "llama a cuentas; precisamente hoy preguntamos dos veces por twitter a Federico Arreola -Uno de los sparrings más aguerridos de AMLO- sobre el uso de los dineros del "gobierno legítimo"... sólo se oyeron "cri-cri" cibernéticos.
Cuando el DF está gobernado por un ex-trabajador de Salinas y los otros estados perredistas están en una situación crítica de seguridad (Michoacán) o de unión partidista (Zacatecas con los escándalos amalistas y de la familia Monreal que se disputan el estado cual botíon de guerra) el partido y la coalición (liderada por otro ex-trabajador salinista) se alejan cada vez más y más de las necesidades urgentes de México.
La izquierda ha quedado desarticulada y desangelada, al punto que hasta el "tat" prefiere ser visto en mitines PRIistas que de su propio partido.
Otros movimientos insipientes como el de Maite Azuela han sido minados por la falta de eco en los medios (me pregunto el por qué), pero además han tenido que tomar un arma por demá curiosa... el voto nulo para tratar de demostrar el artazgo de los pensantes.
He sido de izquierda toda mi vida y lo seguiré siendo, pero de una izquierda responsable que busque primero eliminar el hambre mediante la creación de empleos (que si la IP no es capaz de proveerlos se haga por medio de la formación de cooperativas -como se hará en el DF con lso invidentes vagoneros del Metro-) y no dando dadivas que solo alientan el corporativismo, una izquierda que busque a toda costa romper la corrupción, que no negocie con el bienestar de la gente, que festeje sus victorias (Reforma Energética) y que acepte sus derrotas, que aprenda a sumar (como en el 88) y no a dividir (como en el 2006), que sea autocrítica, pero que no deje de poner el dedo en la yaga pero sobretodo que sea capaz de entender que lo primero es la gente, no la presidencia (sea legítima o no).

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