In Memoriam

Justo un año antes de las elecciones del 2006, el 9 de julio de 2005 para ser exacto, murió uno de los hombres de izquierda más convencidos que he conocido: Mi padre.
Carlos de Luna Solano nació el 14 de marzo de 1938, a sólo unos días de la expropiación petroera, a los 15 años y debido a la situación económica de su familia empieza a trabajar en el IMSS como mensajero -donde su madre trabajaba como enfermera- y posteriormente entra en la Facultado de Ciencias Políticas de la UNAM donde estudia y concluye sus estudios de Licenciatura en Relaciones Internacionales.
Mi padre conoció a mi mamá, nicaragüense, en un curso que organizó para el CIESS (Centro Interamericano de Estudios de Seguridad Social) sobre estadísticas de seguridad social. Después de un año de andar de novios entre cartas y algunas visitas de el a Nicaragua, se casaron. El plan original que tenían era el de casarse en Nicaragua llevando armas a la guerrilla, sin embargo en esas fechas existieron problemas con algunos extrangeros y las revisiones del gobierno somocista a los turistas se hicieron más grandes, por lo cual optaron por casarse en la embajada de Nicaragua y validar su contrato ante las leyes mexicanas.
En 1971 ante una remodelación que se hacía en el Hospital de la raza, del cual fue administrador en ese momento, rechazó un soborno de unos contratistas que le ofrecían una casa en el Pedregal, al reportarlos salió casi despedido del IMSS, solamente su amistad con el entonces director del IMSS, Ricardo García Sainz hizo que no fuera despedido pero quedó en puesto de Jefe de Departamento desde entonces hasta su jubilación.
Dió clases en la Facultad sobre Historia Contemporanea, donde se tocaban los temas del momento, su historia y consecuencias. Se discutía (varias veces fui antes de cumplir los 10 años) sobre la crisis de medio oriente, la revolución cubana, la invasión de Bahía de Cochinos, la revolución Nicaragüense y muchas otros temas de ese entonces.
Oir sobre política y sobre la revolución Nicaragüense fue mi día a día, en los desayunos se hablaba de Carlos Fonseca, de Arlen Siu, de Camilo Ortega, en mi casa, cuando viví en la Colonia Roma se organizaban juntas del FSLN en el sotano hasta que fue ametrallado sin que supieramos nunca quien lo hizo.
Mi padre al salir del IMSS se hizo de una "vida de jubilado" que le duró poco gracias a la crisis del sexenio de MMH (el que padece de sus facultades mentales y que creo que padecía de ellas desde aquellas épocas), entró a trabajar en La Afición como periodista de la sección de Beisbol y llegó a ser jefe de dicha sección.
En 1986 recibió la oportunidad de ir a Los Angeles para ser el administrador de "El diario de Los Ángeles", pero una discusión entre los dueños hicieron que tuviera que quedarse a trabajar en Tijuana para posteriormente regresar a México.
Al ganar Cuahutemoc Cárdenas Solórzano la jefatura de Gobierno del DF entró como colaborador de Claudia Scheibaum, sin embargo debido a que no existía el presupuesto para llevar a cabo varios cambios dentro de la Secretaría de Desarrollo Social para modernizar la pequeña área en la que trabajaba decidió renunciar a su cargo y dedicarse a conseguir trabajo.
Falleció de Cancer Linfático en el mismo Hospital de la Raza que el recordaba con mucho orgullo, pero falleció muy preocupado por la situación política nacional: "Estos idiotas van a hacer que la izquierda pieda las elecciones y luego no habrá forma de sacar al PAN de ahí" solía decir refiriendose a Bejarano, Dolores Padierna, Imaz y todos los escándalos que se estaban gestando, el reconocía a AMLO como la única esperanza de que la izquierda mexicana llegara al poder.
Estoy seguro de que hoy volvería a morir si viera las tonterías que este señor ha realizado.
Con todo el amor del mundo y con la convicción de que algún día tendremos izquierdozos que valgan la pena me permito recordar en el día del padre al mio... donde queira que esté... "Ni un paso atrás"...