NUESTRO VOTO NO DEJA CAMBIO NI EN EL BOLSILLO

LA JIRIBILLA

Por Jaime E. Rey

¿Por fin, donde andan los tres poderes del gobernador Reyes Baeza? En Juárez todo sigue igual. Poco o nada ha disminuido la dieta diaria de asesinatos y los sicarios capitalinos no desean quedarse atrás.

Siete fueron las ejecuciones en la capital ayer martes. Me parece que de poderes sólo tienen el título y estamos a merced del crimen organizado. Conste que este es año de elecciones cuando los partidos quieren presentar su mejor, cara con nariz de Pinocho y toda la cosa.

No podemos esperar nada mejor. El IFE presenta en la televisión nacional hasta seis spots consecutivos. Se supone que el desperdicio de dinero nuestro nos convencerá de que es patriótico votar.

¿Qué los pantalones “los lavamos los dos” es patriótico y trae cambio? Traerá cambio de ropa pero lo demás seguirá jodido. Y así será porque los spots son por lo menos uno más que los candidatos de todo el país que merecen se vote por ellos.

No hay cinco aspirantes a los diferentes tronos que no haya salido de las cuevas de ratas con diferentes siglas. No hay hay mexicanos patriotas, sólo partidistas leales. Aquí la cosa anda así;

En Juárez el PRI dio el “dedazo democrático” al Teto Mungía porque dicen que es una chingonería para conseguir votos. Supongo eso es todo para lo que sirve porque no se menciona nada de sus habilidades administrativas.

Modestamente callan su habilidad para sacarle lana a De la Vega y a Vallina. ¿Pero si Teto es un peligro, que me dice de los aspirantes al trono estatal?

Duarte acusa a Borruel de peculado y éste acusa a Duarte de… Sí, de peculado. Pero los dos siguen campantes peculiándose uno al otro rumbo a la torre de marfil que ahora está vacía de poderes.

En Camargo, Arturo Subía dijo que no se subía al carrusel del circo panista para no crear divisiones pero se subió.

Según los medios, y usted sabe que en los medios somos tan dignos de confianza como los políticos, todo un ejercito de ciudadanos de alto valor civil se hincaron frente a su casa para rogarle que compitiera por la presidencia de mi muy jodido Camargo.

Mi tierra fue una de la ciudades más pacificas del estado. Así lo fue por más de 200 años. Su tranquilidad ha sido tanta que Delicias con sólo 70 y tantos años de vida la superó en todo. Ya ni se nace ni se muere en Camargo, todo pasa en Delicias, Chihuahua o El Paso.

Ah, pero ahora mi Camargo tiene la nebulosa distinción de ser la segunda ciudad en criminalidad del estado. En los últimos 12 años sólo dos presidentes municipales, Meño Acosta del PRI y Genaro Solís se han repartido el escaso queso de mi pobre ciudad.

Nos dicen que si votamos habrá cambios. No manchen. En estos últimos 12 años lo más notorio que se ha logrado es el segundo lugar en criminalidad. Una aspirante a hueso más carnoso trae a la alcaldía de la gamarra. Según parece las raterías oficiales son la ley municipal.

De los crímenes en las calles, y son muchos, sólo ha habido un cómico arresto. Los maleantes se cayeron al canal y como no sabían nadar tuvieron que esperar a que los policías los sacaran.

Como no se les ocurrió a los pendejos darles el botín y largarse a secarse en sus casas.

Ahora debe ser la época más tranquila de Camargo. La gente no sale de casa por el temor a ser levantado, baleado, extorsionado, robado o violado. ¿Entonces como es que hubo 17 accidentes viales en el fin de semana?

A los agentes de transito el deber les vale madre y cada quien maneja como le da la gana. Camargo tiene demasiados mozalbetes fresa jugando carreras en sus mal cuidadas y peligrosas calles y caminos.

¿Clara, y llegan multas a la tesorería?

Con las condiciones creadas por los acaparadores del poder todavía nos dicen que votemos. En encuestas preguntan quienes nos gustan para los diferentes huesos y nos dan sus nombres para escoger. Tampoco ahí hay honestidad, no dan la opción de decir “ninguno”.

Si el voto es en realidad del pueblo, ¿Por qué no hay candidatos independientes? ¿O por qué sólo se permite que un puñado de lambiscones de el dedazo a un futuro columpio?

El nombre del juego es dinero y Teto anda en la farsa política porque lo apoya la lana de Vallina y de De la Vega. Como siempre, al pueblo no le quedará cambio ni en los bolsillos.