sábado, 27 de marzo de 2010

Otra jiribilla, así se ven las cosas en Chiuahua.

Por Jaime E. Rey

Me despierta antes de las ocho un amigo que visitaba en Amsterdam. ¿“Qué traes, le dije, “esta es hora de acostarse no de levantarse”? Me contesta, “vamos a ver algo para ti insólito e increíble”.

Le dije el equivalente gringo de no manches y me levanté a ver el insólito evento.
Llegamos a la avenida principal de esa hermosa ciudad, llamada con justicia “la Venecia del Norte”. Amsterdam tiene tantos canales como la verdadera Venecia y más limpios. Hasta más limpios que nuestros ríos, créalo.

De repente veo venir a una mujer modestamente vestida en bicicleta con una bolsa de papel en la canasta del vehiculo. Nadie más que ella transitaba por la hermosa calle. Dice mi amigo, “vámonos a desayunar. Eso quería que vieras”.

¿Que de insólito tiene ver a una ruca llevándole el almuerzo a algún albañil, aparte de que en México mandamos a las viejas a pata”?

“No entiendes me dice, mi amigo, es gringo y allá no se usa el guey. “Es la Reina del país rumbo a Palacio a trabajar. Exclamé sorprendido a todo pulmón: ¡Hay guey, no manches!

Este rito, muy esperado por los turistas, sin guaruras entre ellos que los golpeen, se repite dos veces diarias, seis días de la semana. Resulta que la Reina es más holgazana que nuestros políticos y trabaja sólo ocho horas diarias.

Va y viene la reina de su modesta casa al suntuoso palacio y por calles de las ciudades de su país sin guaruras y libre de miedos, como nos dice Calderón que debemos caminar nosotros.

A Calderón le hizo gran favor un periodista de Miami haciendo comparaciones porcentuales muy engañosas. El periodista dice, “México, todo el país con excepción de tres o cuatro estados es más seguro que algunas ciudades de USA”.

Eso yo también lo digo y lo defiendo pero hay que ser más honestos. Calderón dice que no hablemos mal del país, eso equivale ha, “no hablen mal de mí”.

Si Calderón se siente tan seguro con su guerra al crimen que se monte en bicicleta e imite a la reina de Holanda. Lo que Calderón gasta en publicidad para intentar lavar su imagen, en uno de sus suntuosos viajes con miles de guaruras, y otros lujos es más del ingreso bruto de Holanda y de varios países del Tercer Mundo.

Pero la gente se conoce por sus actos no por sus fabulas y las cifras de la columna salida de Miami son fabulas. Que los números existen como comprobantes no lo dudo.

Pero las mañas de los políticos son más que las del beisbol, deporte que vive de sus números. Más de la mitad de las estadísticas del beisbol son balines, todas las de los gobiernos lo son.

Comparar porcentajes por cada 100 mil habitantes da a Calderón de que presumir pero no alivia nada. Claro que el país tiene menos asesinatos por cada 100 mil habitantes que algunas ciudades gringas.

También tiene mas habitantes y si los acomodamos en grupos de 100 mil salimos porcentualmente muy bien pero, ¿ y qué de los 15 mil asesinatos?

Si porcentualmente le damos en la madre a Japón donde si acaso les dan en la madre a tres residentes, y a las ciudades gringas, ¿que importa si no veamos bien en papel.

Las balas que a diario matan a mexicanos no son de papel ni estadísticas de un juego, son una cruel realidad que Calderón ni comprende y sospecho que en realidad le importa madre.

¿No comprenderá Calderón que si él necesita una escolta cercana a la población de Holanda, sólo para que lo cuiden cuando va al baño, que estamos en la pelecha, digan lo que digan sus publicistas fortuitos?

Claro que lo que vi en Amsterdam es insólito y no se ve ni se vera en America. La Reina de Holanda es una mujer increíble, una líder, un ejemplo para su país y poderosa en Europa. Aquí nuestros poderosos no son así.

No es coincidencia que las drogas están legalizadas en Holanda y que ahí casi no hay crimen. Recordando a Benito Juárez, quien escribió leyes admirables, concluyo que las buenas leyes son buenas cuando quienes las deben ejercer son buenos.

Señor Calderón aquí tenemos velódromo venga a retratarse en bicicleta con lonche y todo (¿A poco no le da envidia?) pero no venga sólo porque… Por poco ignoro su orden y hablo de la realidad. Si señor, estamos tan bien como usted guste y mande.

Jiribillas,jerey@gmail.com

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